Gracias Evita, por resistir el frío del bronce y el acero, desde donde pretenden dejar inerte tu pasión revolucionaria y sepultar para siempre tus palabras. Es el pueblo o la oligarquía, es el pueblo o el imperialismo, en esa simplificación binaria, se encierra la felicidad o desdicha del pueblo.
Los idiotas, que pretendieron instalar en los altares de manera sacralizada tu figura, fracasaron porque la santidad popular, es el reconocimiento profético del mensaje, y tú practica liberadora.
Gracias Evita, por tu rebeldía; ella jamás podrá confundirse con la beneficencia o el asistencialismo que mitiga el sufrimiento del pueblo, causado por los explotadores. No hay duda alguna que tu lucha fue contra la oligarquía, y reparadora de las injusticia social.
Los traidores a la patria, responsables del mayor genocidio social en los noventa, desparramaron tu nombre en cientos de avenidas; no es casualidad que todas ellas sean Eva Perón y ninguna Evita; vos fuiste la que dijo: “… quien comprenda a "Evita" tal vez encuentre luego fácilmente comprensible a sus "descamisados", el pueblo mismo nunca se sentirá más de lo que es... ¡nunca se convertirá por lo tanto en oligarca, que es lo peor que puede sucederle a un peronista!”
Tu pasión revolucionaria, fue la fraga que moldeó una generación de peronistas revolucionarios, tus palabras no eran consignas vacías, fue un compromiso de vida; ninguno de ellos necesitaba hacer homenajes profanos. Ellos, al igual que vos, vivirán eternamente en el pueblo, y llegará el día donde tu figura y nuestros compañeros, permanecerán unidos definitivamente; a pesar de los esfuerzos que realizan, por mostrarlos distanciados en el tiempo.
Gracias Evita, por enseñarnos, que el amor a la patria, es una lealtad inalterable con el pueblo, nutriendo de contenido humano a la patria. Es por ello, que donde hay una necesidad existe un derecho, y que el pueblo es el único protagonista de en un proceso liberador, donde todas sus luchas contra la opresión de las corporaciones y el imperialismo, es la convicción de que “la Justicia Social no se mendiga, se lucha y se conquista”.
Tu voluntad suprema, la de vivir eternamente en tu pueblo, se cumple en todas las luchas contra los formadores de precios, el saqueo de las mineras, el envenenamiento de los pueblos; y en cada demanda popular, que reclama sus derechos; tu palabra no admite dobleces, somos una patria o una colonia, es el pueblo o las corporaciones.
Movimiento de Liberación Carlos Mugica